viernes, 27 de agosto de 2010

Hay brotes verdes, pero pocos y tímidos

 27-08-2010
Fuente: eleconomista.es

 
No todo va mal, pero hay poco que vaya bien. No es una manera de escurrir el bulto, sino una respuesta ajustada a la situación real de la economía española.

Contestar con un sí o un no, sin matices, en la economía es punto menos que imposible. La cadencia de los indicadores económicos es muy rápida y lo que dice el último sólo es una foto fija que puede ser engañosa.

Entre las referencias básicas de la macroeconomía hay variables que señalan que, en términos siempre relativos, van bien, por encima de la crisis general y otras más que dan señales de recuperación, aunque estén alejadas todavía de las cifras positivas, incluso aunque se vean favorecidas por la ventaja estadística que supone comparar los índices actuales con los registrados durante la fase más aguda de la prolongada recesión económica.

Con los datos de Producto Interior Bruto se plantea esa casuística. En tasas interanuales sigue con signo negativo (-1,3 por ciento en el primer trimestre y -0,1 por ciento en el segundo, según los datos facilitados ayer por el INE). Sin embargo en tasas referidas al trimestre anterior, los dos trimestres del año han sido positivos en el 0,1 por ciento y en el 0,2 por ciento, respectivamente. Para resolver las dudas sobre la evolución real del PIB hay que acudir al Índice de PIB a precios de Mercado. Y éste nos dice que, desde el cuarto trimestre de 2008, este índice marcaba 130,8 y, desde entonces, no ha hecho más que bajar hasta colocarse en 119,4 en enero de este año. Estos 11,4 puntos de diferencia es lo que ha caído el PIB entre las fechas indicadas.

Pero lo usual es tomar las tasas interanuales o las intertrimestrales, como referencia. Y ajustándose a ello, cabe establecer algunas de las variables que arrojan resultados positivos.

LA INDUSTRIA TIRA

Desde la perspectiva de la oferta, uno de esos componentes de la actividad que crecen es la Producción Industrial, que en los primeros seis meses de este año acumula un aumento modesto del 1,9 por ciento respecto al primer semestre del año 2009, la primera tasa positiva desde 2007. Dentro de este apartado, la fabricación de bienes intermedios (que forman parte de bienes más complejos) ha adquirido ya una cierta consistencia, al subir a una tasa del 4,9 por ciento en el semestre. También la producción de energía registra una tasa aceptable del 4,2 por ciento.

Las actividades más pujantes han sido hasta junio la fabricación de vehículos a motor, que aumentó un fuerte 24 por ciento y, como es lógico, la fabricación de componentes de automoción, que lo hizo el 15,3 por ciento; el refino de petróleo, aumentó el 14 por ciento, y,muy fuerte, la fabricación de maquinaria para usos específicos, con un empuje del 42 por ciento.

No obstante, no conviene perder de vista que el IPI se encuentra en el nivel 88,9 al concluir el primer semestre, cuando en abril de 2008 alcanzaba el 111,4. También algunos indicadores del sector de servicios de mercado (los que se mueven en régimen de competencia) tienen resultado en el primer semestre del año.

El general de todo este grupo aporta un crecimiento anual del 2,5 por ciento, después de un fuerte tirón en junio del 7,1 por ciento.

Es especialmente relevante en este ámbito el crecimiento del comercio, que acumuló un 4,5 por ciento trimestral y los transportes y la logística, que también tienen un crecimiento, aunque más modesto, del 2,4 por ciento. Las cifras positivas se alcanzaron en el mes de febrero y ya no han abandonado el signo.

Además, en este caso, el indicador largo, con base 100 en 2005, también supera esta cifra, con el 104,9 por ciento, lo que significa que habría remontado el ciclo negativo. Pero también hay pinchazos en los componentes de la oferta. Es un punto negro que es la agricultura y la pesca, con caídas en los dos primeros trimestres que quiebran su senda positiva de todo el año 2009. En tasas anuales el retroceso ha sido del -2,2 por ciento y del -3,5 por ciento.

También la construcción manifiesta su atonía empeorando las cifras del último trimestre de 2009. En el primer trimestre de este año cayó hasta el -6,3 por ciento y en el segundo hasta el -6,5.

MEJORA INSUFICIENTE

Uno de los indicadores a los que aludíamos entre los que van mejor sin acabar de ir bien todavía es la demanda interna. Según el INE, ésta mantiene una tendencia de recuperación desde el tercer trimestre de 2009 (-6,5 por ciento) hasta el segundo trimestre de 2010 (-0,5 por ciento). Sólo en el último trimestre ha mejorado este indicador 2,3 puntos, aunque esta recuperación no alcanza todavía hasta cifras positivas interanuales.

Sí están en cifras positivas los componentes de gasto en consumo de los hogares, que ha sido el más dinámico, con un incremento del 2 por ciento, una tasa cuyo precedente hay que remontarse a principio de 2008 para encontrarlo. Ello se ha debido al menor desgaste del principal recurso de la renta disponible de las familias, que es la remuneración salarial. La naturaleza de este gasto, en el que destaca la compra de bienes de consumo duradero (se incrementó el 13 por ciento), tiene mucho que ver con la entrada en vigor del aumento del IVA.

También se ha recuperado en el segundo trimestre el consumo de las administraciones públicas, que vuelve a tasas interanuales positivas del 0,4 por ciento, seis décimas más que en el trimestre anterior. Durante el año pasado el consumo público fue el soporte que impidió que la demanda interna se desmoronase, aunque al elevado coste de un déficit público muy elevado. Menos aleccionador es el dato de la formación bruta de capital fijo, cuya mejora de 3,5 puntos sobre el primer trimestre todavía arroja una tasa interanual del -7 por ciento. Aquí los bienes de equipo han tenido una reacción muy favorable, al pasar del -4,8 por ciento entre enero y marzo hasta el 8,7 al completar el segundo cuarto anual.

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